Gabriel Lynch (Pedro de Tavira), un sombrio supervisor de la división de impresiones acaba de solicitar el puesto de gerente, Pero sus sueños se verán frustrados cuando el puesto que creía suyo, es robado por Constantino (Giuseppe Gamba) - un junior cuya única gracia, es ser el hijo de alguien importante dentro de la compañía. A partir de este momento, Gabriel dejará de ser un oficinista más, para ejecutar una venganza, que cambiará el destino de todos para siempre.