Cuando regresa a Roma, después de tres años en el campo de batalla, el general Marco Vinicio se enamora de Lygia. Pero ella es cristiana y sus creencias le impiden enamorarse de un guerrero. Aunque fue adoptada por un general retirado, jurídicamente es una esclava de Roma. Pero Marco consigue que el emperador Nerón se la ceda en pago por sus servicios.