Metzburgh no es la ciudad perfecta. Hace años que su auge industrial ha quedado atrás, no obstante sus ciudadanos aman su hogar e intentan vivir lo mejor que pueden. Puede que tan buen ánimo y disposición sea lo que ha traído hasta la ciudad un nuevo virus alienígena en busca de residentes a los que “zombificar”. Ante semejante invasión solo Némesis, un habitante del origen natal del virus, puede frenar a las hordas de infectados que van propagando la enfermedad. Aunque para desgracia de los habitantes de Metzburgh, Némesis nunca ha entendido el concepto de “daños colaterales”.