Ibrahim, un chico marroquí de 16 años, camina solo y desorientado por una carretera de las afueras de una gran ciudad. Sabe que en dos días lo van a expulsar del país, así que coge su petate y se fuga. No tiene a dónde ir. En una discoteca, Rafa, un chico español de 15 años, está de los nervios porque no se cree capaz de satisfacer lo que espera de él la chica que lo acompaña. El destino de Ibrahim y Rafa se cruzan, y la influencia que ejercen el uno sobre el otro será tal que empezarán a sentir cosas que no podrán controlar.