Shakes sobrevive trabajando como payaso de fiestas infantiles y se pasa el tiempo libre emborrachándose. Cuando el payaso Binky consigue un puesto en un show infantil local, Shakes se hunde hasta tal punto que su jefe amenaza con despedirlo si no organiza su vida. Cuando éste aparece muerto, las sospechas recaen sobre Shakes, que tendrá que buscar la información necesaria para limpiar su nombre.