Tras la desaparición de varias jóvenes, la sheriff Marga, que investiga el caso, cree que la principal sospechosa es Killer Tarantula, una de las strippers más populares de los bares del puerto. Sin embargo, no dispone de ninguna prueba para demostrarlo. Para avanzar en el caso le resulta de gran utilidad la información que le proporciona la stripper Queen. Ambas deciden usar a una chica como cebo para seguir a la sospechosa hasta su guarida.