La condesa de Castiglione fue considerada la mujer más bella del mundo. Una de las más célebres amantes de Napoleón III. Llegó a París con 19 años, pues su primo Cavour, primer ministro del rey Víctor Manuel II de Cerdeña y Piamonte, la induce para conquistar a Luis Napoleón III, con el propósito de conseguir el apoyo del soberano francés a la causa piamontesa.