El barco de pasajeros Aurora se estrella en una isla rocosa, destruyendo el sustento de toda la isla y obligando a Leana, la dueña de una vieja posada a trabajar para los familiares de las víctimas buscando los cuerpos desaparecidos a cambio de una recompensa. Arriesgando su vida y la de su hermana, los muertos llegan hasta la orilla y encontrarán refugio en su hogar.