Bertrand y Guillaume, dos universitarios que mantienen una ambigua amistad, entablan relación con Suzanne, una joven empleada que representa para Bertrand el prototipo de la chica fácil y superficial. Cuando Guillaume consigue seducirla, en Bertrand, enamorado platónicamente de Sophie, surge un sentimiento contradictorio que oscila entre la atracción y el rechazo hacia Suzanne. Ese sentimiento oculta el temor a no ser aceptado en el caso de que intentase abordarla, ya que su orgullo no podría tolerar ese rechazo. Segundo cuento "moral" de Rohmer.