En marzo de 2002, en un audaz acto de desafío, miembros del grupo espiritual prohibido Falun Gong piratearon una señal de televisión estatal en China. Su objetivo era contrarrestar la narrativa oficial del gobierno y difundir su propia perspectiva sobre el conflicto y la represión que enfrentaban. Este documental examina las motivaciones, los métodos y las consecuencias de este notable episodio de activismo mediático.