Con la policía del régimen pisándole los talones, JULIA decide continuar viviendo bajo la identidad de su hermana Sara. En el trabajo descubre el paradero de Marta, y junto a Hugo logra acceder a las instalaciones del CIM. Pero lo que allí encuentran es algo que jamás habrían podido imaginar: los cadáveres de varios niños que no han sobrevivido a la investigación.