Tras condenar a la hoguera a las mujeres capturadas en el akelarre, De Lancre refuerza su control sobre la comunidad, enviando a soldados a vigilar cada casa del pueblo. El doctor asistente del juez, Cariel, somete a las prisioneras a diversas torturas para demostrar su brujería. A pesar del riesgo, Jeannette intenta liberar a las mujeres y prepara una poción mortal para el juez. En el castillo, Catherine y d’Urtubie se enfrentan por última vez.