Tras la muerte de su padre, Sancho, Alfonso y García se convierten respectivamente en los reyes de Castilla, León y Galicia. Las disputas entre ellos van a transformar la Península Ibérica en un campo de batalla. Ruy es nombrado caballero. Cada vez está más cerca de cumplir el sueño que su padre no pudo conseguir, pero en el camino va a tener que sacrificar lo que más ama.